Ante la constante exposición a alimentos altamente procesados y un interés creciente en el bienestar total, la falta de soluciones para ciertos trastornos funcionales por parte de la medicina convencional ha provocado una explosión de retiros o desafíos détox.
Conceptos y prácticas de los retiros détox
Estas son alternativas que buscan brindar una idea de “purificación” o reinicio corporal en cortos plazos. Generalmente, se basan en una dieta restringida, centrándose en la ingesta exclusivamente de jugos, batidos, infusiones, caldos o eliminando en su totalidad algunos grupos alimenticios como los lácteos, gluten y carnes. El período de aplicación suele durar entre 7 y 14 días.
Críticas y perspectivas académicas
No obstante, la creciente aceptación de estas prácticas ha generado un debate entre académicos. Los críticos argumentan que este concepto se fundamenta en un entendimiento erróneo dado que “el organismo posee mecanismos naturales para desintoxicarse”.
Edgardo Smecuol, jefe del Departamento de Docencia e Investigación del Hospital de Gastroenterología “Dr. C. Bonorino Udaondo” y ex-presidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología, comenta: “En realidad, nuestros órganos ya cumplen efectivamente esta labor si están saludables. No hay investigaciones fiables que respalden que estos retiros mejoren índices clínicos o metabólicos устойчиво, o que eliminen toxinas no determinadas”.
Néstor Palmetti, especialista en depuración corporal y alimentación fisiológica, lidera “Espacio Depurativo Argentina”, creado en 2011 con el fin de corregir años de hábitos perjudiciales.
“A través del ensayo y error, fui moldeando un programa seguro y positivo que se puede aplicar en casa. Durante el retiro, las personas adquieren hábitos de vida saludables para mantener posteriormente”, explica.
El retiro se estructura a través de seis ejes principales: limpiar órganos y fluidos, desparasitar, aumentar el oxígeno interno disponible, realizar pausas digestivas y adoptar una dieta fisiológica; ofreciendo una estancia de ocho días en el Espacio Depurativo, incluyendo además actividades como constelaciones familiares, terapia neural, digitopuntura, masajes, baños de bosque, trabajos de perdón y armonización con cuencos.
Magdalena Lescano (69), oriunda de Santiago del Estero, decidió integrarse al retiro tras ser diagnosticada con cáncer. “Las medicinas convencionales me afectaban negativamente, y aquí hallé un remedio natural. Aprendí a crear medicinas naturales como tónicos y aceites. El cambio alimenticio me sanó. Ahora asisto mensualmente, me revitaliza”, comparte.
El programa “Détox y Autocuidado”, diseñado por Caroline Pontes, especialista en Ayurveda y Cocinera Plant Based, junto con Natalia Salgado, directora de Gungur Fine Arts, ofrece una experiencia inmersiva durante un fin de semana en el Delta de Tigre, en el espacio Isla Verde Lodge.
Este retiro brinda una pausa de tres días para restablecer el equilibrio, fomentar la salud completa, calmar la mente y reconectar con el cuerpo, las emociones y la naturaleza.
El programa integra yoga, meditación, una dieta ayurvédica con ingredientes orgánicos y vegetales, experiencias de autocuidado y momentos de reflexión.
“Muchas personas llegan con ansiedad o miedo de pasar hambre, acostumbradas a dietas industriales. Pero quedan impresionadas con la diversidad de sabores y la fuerza de una cocina saludable y viva que nutre cuerpo y alma”, expresa Pontes.
Programas específicos y su impacto
María Sol Mac Mullen, nutricionista especializada en psiconeuroinmunología (PNI), promueve el desafío “Ciclicidad femenina y détox” para reiniciar el metabolismo de forma gradual y completa, consiguiendo un cambio sostenible. La iniciativa incluye una guía alimentaria según etapas biológicas, un recetario, un grupo de soporte por WhatsApp y videos instructivos.
“Existen temas comunes que potencian la adherencia en grupo. Por ejemplo, la reducción del consumo de trigo y azúcar, aspectos relacionados con enfermedades cardiometabólicas”, menciona Mac Mullen.
Facundo Pereyra, médico gastroenterólogo, sugiere un programa de reseteo intestinal que excluye alimentos inflamatorios como lácteos, gluten, procesados, azúcar y carne roja, que potencialmente causan síntomas como fatiga, depresión y problemas digestivos.
“Este reseteo busca tres objetivos: desinflamar, aliviar síntomas y enfermedades, identificar intolerancias alimentarias y vencer la adicción al azúcar y harina. En siete días, desde casa, se combinan ejercicios, meditación y una dieta antiinflamatoria. Al concluir, los elementos expulsados se reintroducen gradualmente”, apunta Pereyra.
El Dr. Pereyra desaconseja estos programas para pacientes que no han consultado a un médico o quienes padecen trastornos alimenticios, pues pueden agravar esas condiciones.
La eficacia y sus riesgos potenciales
Fabio Nachman, jefe del Servicio de Gastroenterología del Hospital Universitario Fundación Favaloro, subraya que, a veces, los retiros détox fomentan pausas del ritmo diario, descansos, introspección o conexión con la naturaleza, lo que puede beneficiar el bienestar emocional.
No obstante, cuando incluyen restricciones alimentarias drásticas (como ayunos prolongados o productos laxantes sin monitoreo), podrían tener impactos negativos, sobre todo si se reiteran sin control médico.
Smecuol y la nutricionista Paz Temprano, especialista en gastroenterología, afirman que los détox no han comprobado su eficacia dado que las investigaciones sobre ellas son escasas y con métodos científicos inadecuados.
“El cuerpo cuenta con el hígado, los riñones y el sudor para eliminar toxinas de manera eficaz, sin precisar dietas restrictivas sin base científica”, enfatiza Smecuol.
Los posibles efectos perniciosos incluyen déficits nutricionales graves, alteraciones metabólicas, pérdida muscular o despertar trastornos alimentarios como anorexia y bulimia.
¿Existen condiciones de salud que limitan la participación? Nachman advierte que lo “natural” no siempre es seguro, y aquellos con enfermedades crónicas podrían enfrentarse a serias descompensaciones.
“Incluso personas saludables pueden sufrir desequilibrios electrolíticos, hipoglucemia o problemas digestivos si siguen dietas extremas”, advierte.
AA