El alcalde de Rosario, Pablo Javkin, ha lanzado fuertes críticas contra los laboratorios HLB Pharma y Ramallo, ambos implicados en el caso del fentanilo adulterado que ha resultado en la muerte de al menos 52 personas. Javkin afirmó que estas empresas tienen conexiones con el narcotráfico, una declaración que llevó al juez Ernesto Kreplak a convocarlo para brindar su testimonio, según confirmó Clarín.
Investigación y Testimonios
Desde el Juzgado Federal Nº3 informaron que han decidido citar a Javkin para que preste declaración testimonial, proporcionando toda la información que disponga y que pueda ser útil para la investigación en curso.
El litigio, que aborda las muertes de más de 50 pacientes en unidades de cuidados intensivos en todo el país (principalmente en Buenos Aires y Rosario, Santa Fe), incluye al Hospital Italiano de La Plata (donde se descubrió el escándalo del fentanilo contaminado con bacterias), cinco familias de víctimas y el Ministerio de Salud de la Nación.
Adhesiones y Posiciones
Inicialmente, Silvia Ciancio, ministra de Salud de Santa Fe, había rechazado que las muertes en su provincia estuvieran relacionadas con el fentanilo contaminado. Sin embargo, tanto la provincia como la municipalidad de Rosario han revisado su postura. Según Javkin, la ciudad se unirá a la demanda en el proceso legal que se lleva a cabo en La Plata.
“Solamente dos laboratorios tenían autorización para importar fentanilo y su importación aumentó durante la pandemia, manteniéndose en niveles inusuales posteriormente. Tenemos que investigar si parte de este suministro terminó en circuitos ilegales”, señaló Javkin a los medios locales.
Clarín intentó contactar al alcalde para aclarar las bases de su afirmación sobre la conexión entre los laboratorios y el narcotráfico, ya que aunque se sabe del movimiento de Ariel García Furfaro (propietario de HLB y Alfarma) en diferentes círculos, aún no se han presentado pruebas concluyentes sobre su vinculación con el circuito ilegal de drogas.
Javkin comparó este caso con lo ocurrido con el laboratorio Apolo, visto como un antecedente del laboratorio Ramallo (propiedad de Jorge Salinas), que explotó en 2016 en el barrio Tablada de Rosario. “Sus responsables fueron absueltos y solo terminaron limpiando el museo del PJ en San Nicolás”, comentó Javkin, haciendo una inquietante observación.
Debido a las ambigüedades presentes en este caso y a las declaraciones de Javkin, la Justicia Federal ha decidido convocar al Intendente para que comparta cualquier conocimiento que pueda avanzar en la investigación. La preocupación es mayor considerando que Alfarma, un actor clave en la investigación, forma parte de un grupo junto a los laboratorios HLB y Ramallo, y tiene sede en Rosario.
Según explicó Javkin, la preocupación creció después de que las autoridades de Rosario confirmaron que el fentanilo contaminado había sido administrado a pacientes en terapia intensiva en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA). Los médicos, sin saber que el opiáceo contenía bacterias resistentes a los antibióticos, lo usaron para aliviar a los pacientes, lo cual resultó fatal.
Javkin ratificó que Rosario se presentará como querellante en la acción penal y se mostró firme en su postura contra la “pata narco” de este caso: “No permitiremos que ningún grupo mafioso actúe en Rosario”.
(Noticia en desarrollo)
SC