Luciano, un joven que ha decidido aprender chino mandarín, afirma que sus estudios han transformado por completo su modo de pensar, competir y vivir. Desde que se inscribió en el Instituto Confucio, sus progresos han sido notables. Estudiante de Turismo en la Universidad Económica de La Plata, decidió en 2023 no solo dedicarse a su carrera, sino también sumergirse en un idioma que prometía enriquecer su futuro profesional. En lugar de optar por el inglés, se inclinó por el chino y ahora lo domina con una fluidez sorprendente.
Luciano García Zárate, de aspecto rubio y cabello rizado, reside en Berisso y no tiene ancestros chinos. Desde joven sorprendió a su entorno con la decisión de aprender un idioma tan particular. A los 20 años, dejó atónita a su madre, una profesora de matemáticas, al preferir el chino sobre otros idiomas más comunes. “El chino es el idioma que más puertas laborales abre. Sabía que si me esforzaba, vería resultados rápidamente, ya que en Argentina no muchos lo estudian, y menos quienes lo hablan”, explica.
El Camino Hacia la Competencia
A finales de 2024, gracias al Instituto Confucio, Luciano conoció el Concurso Internacional Puente Chino y se propuso no solo participar, sino destacarse. “Desde el principio sentí que podía dominar el idioma. Tras dos años de dedicación diaria, logré ser el mejor de mi instituto, lo que me llevó al Concurso Puente Chino. Mi objetivo era conseguir algo significativo”, recuerda con seriedad.
Compitiendo entre más de treinta participantes, Luciano se consagró como campeón argentino en un evento realizado en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA. La presencia del agregado cultural de la Embajada de China en Argentina, Liu Qingwei, potenció el reconocimiento al destacar que el mandarín no solo es un puente cultural, sino también un activo estratégico a nivel global.
Rumbo al Mundial
Con el título nacional, Luciano se convirtió en el representante del Mundial del Idioma Mandarín que tendrá lugar en China en agosto. El certamen reunirá a 135 estudiantes de todo el mundo, y para calificar, es esencial no tener descendencia oriental ni haber residido o visitado China. Luciano explica que la competencia implica una serie de pruebas en entonación, pronunciación, cultura, y talentos como el interpretar un instrumento.
Luciano muestra un compromiso ejemplar hacia la cultura china, en parte por sus amigos de ese país que lo han inspirado más allá de lo que muestran las noticias. “Estudiar chino fue como descubrir una puerta a un mundo nuevo y muy diferente del occidental”, comenta. El aprendizaje rápido de una lengua tan compleja ha sido posible gracias a su práctica constante con hablantes nativos, quienes le proporcionaron retroalimentación crucial para perfeccionar su pronunciación y ritmo.
Además, resalta la importancia de aprender palabras dentro de frases completas y mantener una práctica diaria. “Al principio, imitar a otros hablantes no parece ideal, pero fue fundamental para desarrollar una memoria muscular y alcanzar un ritmo propio,” dice. Ahora, muchos nativos alaban su oralidad, describiéndola como natural.
A tan solo tres semanas del Mundial, Luciano se dedica al estudio intensivo de la historia, cultura, geografía, y economía china, aspirando a estar entre los primeros 30 en el programa televisivo ‘Puente Chino’. Allí, deberá enfrentar preguntas de conocimiento general y demostrar sus talentos artísticos para avanzar etapas.
El deseo de Luciano es obtener una beca para estudiar en China durante seis meses, convencido de que su futuro está allí con oportunidades inigualables. “Sueño con vivir en China y aprovechar las ofertas laborales que allá aguardan a extranjeros que han hecho el esfuerzo de aprender el idioma”, concluye con esperanza.
