La inclinación de los jóvenes hacia una vida más saludable, motivada por un cambio en la dieta, hábitos generales y el enfoque en el diagnóstico precoz de patologías, ha generado un notable incremento en la frecuencia con que acuden a centros sanitarios. Este movimiento se evidencia en la creciente demanda de servicios de salud que incluyen exámenes rutinarios, controles anuales y consultas específicas. Este fenómeno subraya un compromiso renovado con el cuidado personal entre el público más joven.
Informes recientes, confirmados por fuentes como Clarín, han demostrado que el acceso de los jóvenes a la atención médica ha visto un incremento sostenido, más pronunciado en zonas urbanas. Los expertos atribuyen este fenómeno a la facilidad con que los jóvenes acceden a información relevante, como la concerniente a la salud sexual y reproductiva, lo que a su vez ha fomentado una conciencia sobre la salud en sus aspectos físico, mental y espiritual. La tecnología y su papel en la medicina también es un factor de influencia.
El incremento en la atención médica de jóvenes de entre 15 y 25 años es significativo, confirman desde DIM Centros de Salud, notando un aumento del 22% en consultas respecto al año anterior.
Tanto en marzo como en septiembre del año pasado, DIM registró picos en el volumen de consultas, aunque los porcentajes han sido superados en 2024, con agosto y octubre liderando la actividad.
En el Plan de Salud del Hospital Austral, se observa también un repunte relevante en la cantidad de consultas efectuadas por individuos entre 18 y 30 años, duplicando casi las cifras registradas en años anteriores, según declara Sebastián Sevilla, director médico del Plan de Salud del Hospital Austral a Clarín.
Demandas específicas en servicios médicos
La elección de especialidades médicas por los jóvenes se ve influenciada por aspectos como la apariencia personal y el control de salud general, indicando un particular interés en la dermatología y endocrinología, además de la medicina general, que se mantiene como la más solicitada, señala Iván Schusterhoff del CMIFR.
La procura por servicios de ginecología, obstetricia y medicina sexual muestra un crecimiento, impulsado por una mayor educación y acceso a información sobre salud sexual. Este interés también ha propiciado el aumento de consultas ginecológicas en jóvenes, destacándose marzo y octubre como meses claves debido a campañas de concientización, afirma Schusterhoff.
Análisis desde DIM revelan que especialidades como ginecología y traumatología vieron aumentos en su demanda, apuntando hacia una preferencia por una atención preventiva y comprensiva.
Implicaciones de esta creciente demanda en la sanidad
La meticulosa atención a la prevención y realización de chequeos regulares es percibida por los proveedores de servicios de salud como una ventana para adaptarse a las prioridades de la juventud, con el objetivo de potenciar el sistema sanitario mediante una perspectiva más preventiva.
Desde el CMIFR se busca innovar en la presentación de estudios médicos, facilitando una experiencia más eficiente para satisfacer las expectativas de los jóvenes. Sin embargo, se reconoce la existencia de desafíos relacionados con la infraestructura y el acceso a servicios especializados, cohibiendo la capacidad de algunos jóvenes de acceder a atención médica adecuada debido a restricciones económicas, como señala Schusterhoff.
