Resultado del Procedimiento Judicial
El juez Ariel Lijo decidió cerrar el caso contra el empresario del sector farmacéutico, Alejandro Roemmers, y el dirigente de River, Juan Matías Barreiro, propietario del sanatorio Colegiales. Estos individuos fueron exonerados en el marco de una pesquisa sobre una supuesta red de explotación humana y tráfico de drogas. Esta denuncia fue realizada el año pasado en una sesión del Congreso y generó un notable revuelo en las redes sociales.
Elementos de la Resolución
Clarín tuvo acceso a una resolución de 27 páginas firmada por Lijo, donde también se sobreseyó a Daniel Santiago Durán, Juan Matías Barreiro, Enzo Pérez Pallota y Pedro Quintana por el hecho señalado como “A”. Dicho hecho implica la organización de una red de trata y drogas, donde Roberto Mazzoni se presentó como víctima.
Argumentos de la Defensa
El abogado defensor de Roemmers, Juan Pablo Vigliero, expresó en un comunicado que “los eventos no ocurrieron” y las afirmaciones del denunciante son totalmente infundadas. Vigliero calificó la denuncia de absurda y sostuvo que, en tres años, nadie se presentó como víctima atribuyendo perjuicios a Roemmers.
En agosto, la Cámara Federal de Buenos Aires reabrió el caso y se negó a apartar al juez Lijo y al fiscal Ramiro González, al compartir con Mazzoni la percepción de que el archivo inicial de la causa fue prematuro. Tras la instrucción de continuar la pesquisa, Lijo delegó la misma en el fiscal González.
Recientemente, González argumentó que las nuevas pruebas integradas en la causa no alteraban su postura inicial a favor del archivo, indicando que ya no quedaban pendientes de ejecución pruebas adicionales, lo que significaba que la investigación estaba concluida.
Ocho declaraciones testificales fueron realizadas por González, incluyendo a un testigo bajo identidad reservada en modalidad segura. De estos, seis testimoniaron a petición de la parte demandante. Roemmers negó las acusaciones, afirmando que los hechos alegados por Mazzoni no habían podido ser corroborados.
El caso abordaba un supuesto esquema delictivo vinculado a la trata de personas con propósitos de explotación sexual y asociado al tráfico de drogas, con Mazzoni señalado como presumible víctima en el “Hecho A”.
Además, se incorpora un expediente relacionado con una segunda supuesta víctima, cuyo caso está siendo evaluado confidencialmente por la Fiscalía.
En su fallo, Lijo afirmó que cada testimonio es consistente y ninguno contradice a otro. Los testigos, propuestos en su mayoría por Mazzoni, desacreditan la hipótesis del denunciante respecto a la explotación sexual.
Algunos testigos coincidieron en que las actividades durante los eventos cuya organización se imputó fueron voluntarias y sin coacción. Se descarta, así, que Mazzoni haya sido víctima de sometimiento con fines de explotación sexual.
El magistrado resaltó el testimonio de un testigo que declaró que ningún asistente fue obligado a actos sexuales contra su voluntad en una fiesta en Costa Salguero, donde los participantes eran adultos y actuaban voluntariamente.
El testigo de identidad protegida corroboró su participación voluntaria en eventos y que, en ocasiones, recibieron remuneración sin exigirse conductas a cambio, confirmando la libertad y consentimiento de los asistentes.
Lijo concluyó que los testimonios recolectados no demuestran que Mazzoni haya sido víctima de la red denunciada y tampoco permiten corroborar que estuviera forzado a consumir drogas, ya que decidió hacerlo libremente según otros testigos.
Frente a los antecedentes, la Cámara Federal porteña, en una decisión previa, decidió reabrir la investigación para agotar las diligencias correspondientes antes de dictaminar sobre el archivo del caso.
Se formaron legajos de identidad reservada denunciando maniobras similares a las investigadas y una organización pidió investigar conductas relacionadas con los delitos evaluados.
Lijo había archivado inicialmente la causa por falta de evidencias contundentes tras dos años de diligencias confidenciales. Los chats aportados no demostraban coerción en el trabajo sexual de adultos por consentimiento.
El pasado agosto, Mazzoni sorprendió reclamando ser víctima de una vasta red de trata durante un evento por el Día Mundial contra la Trata de Personas, logrando viralizar su denuncia en redes.
Los abogados de Roemmers consideraron a Mazzoni un extorsionador con antecedentes y relacionaron su comportamiento con otros casos mediáticos.
Alejandro Roemmers, además de su exitosa carrera en la industria farmacéutica, ha sido reconocido por su aporte cultural, como ser designado Personalidad Destacada de la Cultura en Buenos Aires y recibir el galardón “Domingo F. Sarmiento” del Senado Argentino.
Roemmers ha sido también guionista y productor de contenidos audiovisuales y celebró su 60 cumpleaños con un evento fastuoso en Marrakech en 2018.