“La comunidad siempre se socorre a sí misma”, afirma Rubén Alba, un afiliado a la Unión Ferroviaria que participa activamente en la Red Solidaria. Sus palabras resuenan en el andén 14 de la estación de Constitución, lugar al que durante el fin de semana acudieron miles con bolsas, cajas y maletas repletas de donativos.
A pesar de sus limitaciones, muchos se esmeran en colaborar. Ayer por la noche, el Tren Solidario partió hacia Bahía Blanca, ciudad azotada por una de las peores inundaciones de su historia: 16 fallecidos, al menos tres desaparecidos y 1.400 personas evacuadas.
El corazón de la ciudad se convierte en centro de ayuda
El hall de la terminal en Buenos Aires se transformó en un punto de recolección de ayuda. Carteles improvisados indican a los donantes: “Ropa”, “Alimentos no perecederos”, “Lavandina y agua potable”. Las montañas de suministros aumentan con el tiempo, mientras voluntarios las organizan.
“Gracias a Dios, la cantidad de personas que se acercaron es impresionante”, expresó Alba, quien junto a sus compañeros está ayudando con la carga del tren. “Hoy es el último día, pero ya estamos organizando otro viaje”.
Testimonios de solidaridad y empatía
Lidia, oriunda de Lanús, se acercó para colaborar. “Esto es despertar una nueva conciencia, debemos proteger nuestro mundo”, comentó a Clarín mientras entregaba alimentos. “Provengo de una familia solidaria. He donado toda mi vida, así lo siento correcto”, afirmó.
Verónica, jubilada de Jujuy y residente en Ezeiza, también se hizo presente. Conmovida, compartió su experiencia al haber sufrido una inundación. “Entiendo lo que es perder todo. Recibir ayuda de desconocidos en un momento así es como un abrazo al alma”.
Elba Flores, de Laferrere, se trasladó a Constitución especialmente para donar ropa. Emocionada, expresó su gratitud por contribuir a la causa. “Siempre he ayudado a los demás, es parte de mi vida. Aunque traje poco, me siento satisfecha”.
Confiabilidad en las donaciones
Julio, joven del sur del conurbano, llegó con ropa y calzado. “Estar encerrado no ayuda a nadie. Es importante abrirse y colaborar”, reflexionó. Pone énfasis en la seguridad de las donaciones, “Me reconforta saber que este tren entregará lo que la gente necesita”.
Un trayecto hacia la esperanza
El Tren Solidario, impulsado por Red Solidaria, cuenta con el apoyo de diversos gremios ferroviarios como La Fraternidad, Unión Ferroviaria, Unión Personal Superior Ferroviario y Sereneros. En esta ocasión, los seis vagones repletos partieron hacia Bahía Blanca a las 22 horas.
En su recorrido, el tren hace paradas en Cañuelas, San Miguel del Monte y Las Flores, recolectando más ayuda. Según un miembro del gremio ferroviario comentó a Clarín, “no hay tiempo exacto de llegada debido a las secuelas del temporal”, pero afirmaron que continuamente se comunican con los municipios receptores de la ayuda.
Las contribuciones se aceptaron hasta las 17 horas de ayer en el andén 14. La organización enfatizó que los artículos más urgentes son ropa, colchones, frazadas y productos de higiene personal.
Este marca el 54° trayecto del Tren Solidario, una misión en marcha desde 2001. La última ocasión que se dirigió a Bahía Blanca fue el 26 de diciembre de 2023, tras un severo temporal con ráfagas superiores a 150 km/h que causó devastación y 13 muertes en la ciudad.