Incremento de denuncias contra celebridades de la red por proponer esquemas para ganar dinero rápidamente en la temporada navideña
Las críticas se han intensificado contra ciertos personajes famosos en internet tras el arresto de Isaias “El Lobo de Berazategui” Caballero, quien se vio implicado en una estafa piramidal y se autodenominaba influencer en el ámbito del trading. Esta situación ha expuesto la creciente tendencia de aprovechar las plataformas digitales para promover sistemas cuestionables de inversión que prometen beneficios económicos inmediatos, dejando a muchos en situaciones comprometidas.
Métodos cuestionables en aumento
Un caso particularmente llamativo involucra a Lucas Joel (22), talento del género urbano y comerciante de calzado, quien acapara la atención de casi 200 mil seguidores en Instagram. Joel ha sido vinculado recientemente a una operación de dudosa credibilidad que asegura duplicar cualquier cantidad de dinero enviada en cuestión de minutos. “Envías 200 mil pesos y de inmediato recibes 400 mil”, aseguraba en sus publicaciones.
Este modus operandi parece estar extendiéndose rápidamente por las redes, con cuentas que surgen y desaparecen en cortos periodos de tiempo, implicando el uso de billeteras virtuales y grupos privados como herramientas clave para mover grandes sumas de dinero diariamente.
Controversia en plataformas digitales
El caso de Joel ha cobrado notoriedad a raíz de un vídeo donde se le acusa de engañar a sus seguidores con promesas de duplicar su dinero, siguiendo el esquema fraudulento similar al de Caballero.
La oferta de duplicar el dinero invertido en poco tiempo es una táctica ya conocida, que llevó a Caballero a enfrentarse a cargos por estafas múltiples, lo cual no detuvo su práctica hasta después de varias semanas prófugo.
La captura de Caballero activó un efecto dominó, revelando la existencia de otros individuos empleando estrategias similares para atraer a incautos inversores. Entre ellos, Joel utiliza su popularidad en redes sociales, tales como su faceta de músico urbano y comerciante, para legitimar su cuestionable emprendimiento financiero.
Promesas vacías
Pese a las afirmaciones de pagos realizados a través de billeteras virtuales y mensajes de WhatsApp, la falta de transparencia sobre el mecanismo de “duplicación” del dinero ha generado escepticismo. Joel, por su parte, se describe como un intermediario sin conocimiento directo sobre la operativa del sistema, pese a las evidencias en contra.
La realidad contrasta con la expectativa creada, afectando negativamente a individuos vulnerables, como una joven embarazada y madre que perdió su inversión esperando obtener recursos para adquirir regalos navideños para sus hijos, reflejando el lado más desalentador de estas prácticas.
Un entramado de decepciones
Otra plataforma, bajo la promesa de un “algoritmo infalible”, intenta replicar la fallida promesa de beneficios garantizados en inversiones. Este tipo de afirmaciones, desmintidas por expertos certificados, solo contribuyen a alimentar la red de desinformación y engaño hacia los participantes, muchos de los cuales terminan perdiendo sus aportaciones económicas en pos de un ilusorio éxito financiero.
A pesar de los esfuerzos por desmarcarse de las acusaciones, el aumento de testimonios en contra sugiere un patrón de conducta enfocado en beneficiar selectivamente a personas cercanas o de alto perfil en redes, utilizando agradecimientos públicos como parte de su estrategia de promoción.
Inmerso en esta controversia, Joel intenta ahora presentarse como víctima de circunstancias ajenas a su control, a pesar de liderar un grupo de WhatsApp de presuntos inversores. Las quejas y las pérdidas reportadas, no obstante, cuentan una historia diferente, una de expectativas defraudadas y promesas incumplidas.
La relación de eventos y acusaciones contra Joel destapan un complejo panorama de manipulaciones y explotación de la confianza de los usuarios, un reflejo de los riesgos inherentes a la participación en esquemas financieros turbios promovidos a través de las redes sociales.