El cambio del modelo científico de EE.UU. y su posible retorno a las prácticas europeas, según Manuel Muñiz

Manuel Muñiz es un español que destaca por su habilidad para moverse entre el ámbito de las Relaciones Internacionales y el sector educativo. Originario de León, al norte de España, se formó en reconocidas instituciones tanto en el Reino Unido (Oxford) como en Estados Unidos (Harvard). Desempeñó el papel de vicecanciller en España durante un tiempo y después continuó su carrera académica hasta convertirse en el rector de IE University, una universidad internacional con sedes en España y Nueva York.

Dada su trayectoria, la perspectiva de Muñiz es de gran valor para entender la situación geopolítica y la educación a nivel global. Esta semana, será uno de los ponentes en el Coloquio de Ideas que se realizará en Mar del Plata.

Crisis de las universidades en EE.UU. y su efecto en Europa

– ¿De qué manera está influyendo en España y Europa la crisis universitaria en EE.UU., especialmente tras la llegada de Trump?

– Según los datos más recientes, ha disminuido en un 20% el número de estudiantes internacionales en Estados Unidos. Esto era previsible, dado que se ha implementado una política más estricta para ingresar al país, afectando la selección de candidatos por varias razones. El discurso de la administración actual también ha resultado disuasorio para ciertos alumnos extranjeros.

Manuel Muñiz. Experto en Relaciones Internacionales, ex vicecanciller de España y actual rector de IE University.

– ¿Hacia dónde se dirigen esos estudiantes?

– Establecer un destino exacto es complicado. Sin embargo, hemos observado en los últimos años un aumento de estudiantes internacionales hacia Europa y España. La problemática de EE.UU. trasciende a los estudiantes. Recortes significativos en la financiación federal para la investigación han puesto presión sobre el ecosistema investigador norteamericano. Pronosticamos que muchos investigadores que nunca pensaron en abandonar EE.UU. están considerando seriamente otras opciones para continuar su labor. Tras la Segunda Guerra Mundial, hubo una migración masiva de intelectuales a EE.UU., principalmente por el respaldo que el país ofrecía a través de fondos federales. Lo que está ocurriendo ahora es un retroceso de ese sistema de financiamiento que se estableció en los años 40 y 50.

Impacto en la investigación y producción científica

– ¿Qué consecuencias tendrá esta presión sobre el sistema de investigación en EE.UU.?

– Es temprano para realizar un análisis completo sobre el impacto de la reducción de financiamiento federal en las universidades. No obstante, si esta situación se prolonga, es probable que observemos un cambio en la dirección de la tendencia hacia Europa, similar a la de las décadas del 40 y 50. Sin embargo, esto no es motivo de celebración; la educación superior estadounidense enfrenta grandes desafíos, lo que no es una buena noticia para el ámbito internacional.

– ¿Decrecerá la producción científica?

– Efectivamente, un gran porcentaje del financiamiento federal se destinaba a investigación médica y biomédica, lo que favorecía la transferencia tecnológica a sectores como el farmacéutico. Todos, en cierta medida, dependemos de ello, ya que las innovaciones de EE.UU. llegan a hospitales en todo el mundo, como Buenos Aires o Madrid. Esta situación genera inquietud, dado que nos enfrentamos a un panorama sin precedentes en la educación superior estadounidense en décadas.

Europa cómo posible receptor de talento

– ¿Cuál sería una región atractiva para continuar la tradición investigadora que EE.UU. inició en la posguerra…?

– Europa parece estar bien posicionada para asumir este papel.

– ¿A pesar de los conflictos que enfrenta?

Europa es una región amplia, segura, con un sólido estado de derecho, recursos económicos y universidades consolidadas. Cuenta con importantes redes de investigación y un entorno favorable para la propiedad intelectual y financiación. Sin embargo, pende de numerosas incertidumbres sobre su futuro, no solo en la educación superior. La administración Trump y el escenario internacional plantean desafíos críticos para Europa, que ha basado su economía en la globalización. Europa, considerada una potencia comercial, se está fracturando bajo tensiones arancelarias y debilitamientos de la OMC. Además, su arquitectura de seguridad transatlántica se ve desafiada en su relación con EE.UU.

– En este contexto, ¿qué oportunidad tiene Europa para volver a ganar relevancia?

– Europa aún tiene una oportunidad, tal vez la última para esta generación, de redefinir su contrato económico y estratégico. Para avanzar su competitividad debería fortalecer su integración económica y avanzar hacia una política exterior y de seguridad común. Mario Draghi y Enrico Letta advierten sobre la lentitud del continente y la necesidad de acción. Si Europa enfoca sus esfuerzos en la innovación, transición energética y defensa, puede seguir siendo un actor relevante globalmente.

Manuel Muñiz. Experto en Relaciones Internacionales, ex vicecanciller de España y actual rector de IE University.

– La ruptura de las alianzas tradicionales por parte de EE.UU. lanza a la UE a replantearse su seguridad frente al régimen ruso. Francia ya muestra resistencia a la austeridad que esto implica. ¿Cómo sortear este obstáculo?

– Este es uno de los principales dilemas que enfrenta Europa. Es evidente que esta región debe dejar de depender de la protección estadounidense. Esto requiere reasignar recursos estratégicos, un proceso que puede enfrentar resistencias nacionales. La solución podría ser un nuevo pacto fiscal y político reconociendo la seguridad como un bien público común. La autonomía estratégica es esencial para mantener la prosperidad europea.

– La ultraderecha, en muchos casos pro rusa, plantea desafíos a Europa. ¿Es la mayor amenaza actual?

– Esta erosión interna amenaza el proceso de integración europeo. El populismo nacionalista no solo se alimenta del malestar económico, sino también de la falta de sentido de pertenencia y seguridad estratégica. Si Europa no demuestra protección efectiva, otros llenarán ese vacío aunque eso signifique fracturar el continente.

– ¿Comparte la opinión de que Trump y sus seguidores son “depredadores políticos”?

– El populismo de extrema derecha mina la democracia, aprovechándose de la desconfianza institucional y convirtiendo el debate público en un constante enfrentamiento. Lo más preocupante es cómo pueden modificar las normas del diálogo colectivo, validando la desinformación y el desprecio al pluralismo. Las democracias deben recuperar un propósito común y mostrar que pueden brindar seguridad y progreso tangible, restaurando la confianza en la democracia en lugar de recurrir a la censura.

Perspectiva sobre universidades privadas

IE University es dirigida por Manuel Muñiz. Aunque es española, es una institución de alcance global con más de 10.000 estudiantes, el 90% internacionales. Ninguna nacionalidad supera el 10% del total de alumnos, fomentando un entorno académico diverso y multicultural.

Con sedes en Madrid, Segovia y una extensión en Nueva York que ofrece títulos estadounidenses, IE University se transformó de una escuela de negocios a una universidad completa en 2008-2009, añadiendo facultades como Derecho, Arquitectura y Ciencia y Tecnología.

En España, se debate la obligación de que las universidades privadas realicen investigación. Clarín preguntó a Muñiz sobre esto.

“Apoyamos esta obligación. Es fundamental para la generación y transferencia de conocimiento, parte esencial de nuestra misión, y los profesores involucrados en investigación suelen ser mejores docentes”, afirma Muñiz.

– ¿Deberían las universidades privadas en Argentina también estar obligadas a realizar investigación?

– Son debates complejos, pero intuyo que sí. No veo razones estructurales que impidan que lo que funciona en Europa, EE.UU. o Canadá se implemente también en Argentina.

– ¿Cómo percibe el sistema universitario argentino, con sus universidades públicas gratuitas y de acceso libre?

– Argentina tiene una tradición fuerte en educación universitaria pública y accesible, lo cual es vital para la movilidad social y la igualdad de oportunidades. Aunque hay retos, como en todas partes, especialmente en financiación y costos, el punto de partida es prometedor. Es crucial proteger y potenciar tanto el sistema público como el desarrollo de un sistema privado de calidad que cumpla con altos estándares.

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