Un misterioso caso en Chubut
Desde hace más de siete días, la pareja compuesta por Pedro Alberto Kreder, de 79 años, y Juana Inés Morales, de 69, ambos jubilados, está desaparecida. Planeaban un fin de semana en Camarones, Chubut, pero no hay rastros de ellos. El único indicio es su camioneta Toyota Hilux, hallada el pasado viernes en la inhóspita región del Zanjón de Visser, donde no hay cobertura telefónica. ¿Qué ocurrió?
Un peligro latente en el paisaje
Martín Pérez, un experto guía e instructor de manejo con veinte años de trayectoria en Comodoro Rivadavia, plantea una inquietante hipótesis: “¿Y si simplemente la tierra se los tragó?”. Con su profundo conocimiento del terreno que rodea la área protegida de Rocas Coloradas, señala los riesgos invisibles de la región.
Explica que la geografía está llena de peligrosos sumideros, pequeños agujeros que podrían pasar desapercibidos y que, bajo la superficie, albergan cavernas creadas por la erosión del agua. “En cualquier momento, un sumidero puede ceder bajo el peso, y uno podría caer sin medir cuán profundo es”, asevera.
Decisiones y teorías
Martín expresa su frustración al recordar que no es el primer caso de desaparición en Comodoro Rivadavia. Aunque mantiene la esperanza, teme que sea difícil encontrar a la pareja con vida. “Es doloroso creer que ahora solo buscamos un cuerpo”, reflexiona con tristeza.
Pedro, al borde de sus 80 años, aún mostraba vitalidad gracias a su reciente relación con Juana, según afirma su familia. Estaban emocionados por asistir a una fiesta local en Camarones y empacaron todo lo necesario para acampar, si no encontraban alojamiento. Hasta el Zanjón de Visser, el camino era claro: tomaron la Ruta Nacional N° 3 y luego la Ruta Provincial 71, un trayecto total de unos 250 kilómetros.
Para el guía, el error fue aventurarse por un camino alternativo. La ubicación de la camioneta, en una ruta casi inaccesible de Puerto Visser, sorprende y preocupa a Martín. “Para alguien de su edad, con su juicio intacto, cuesta comprender por qué eligieron esa ruta”, dice perplejo.
Gabriela, hija de Pedro, propone otra línea de pensamiento: “Es posible que no fueran ellos quienes manejaban. Tal vez se vieron envueltos en un asalto. Todo es un enigma”, afirma. Ella sugiere que los ladrones usaron el camino para esconderse tras robar la Hilux, pero se quedaron atrás y decidieron abandonarla allí.
El área donde encontraron el vehículo, Rocas Coloradas, fue convertida en área protegida hace poco tiempo y cuenta con un plan de administración, pero falta vigilancia práctica. Pérez lamenta que no haya señales de control regular que monitoricen quién entra y sale, lo que alguien esperaría de un parque nacional.
Martín asegura que el comportamiento más lógico habría sido quedarse con la camioneta, al menos por seguridad mientras encontraban ayuda. “¿Por qué se alejaron?”, cuestiona, proponiendo que quizás intentaron buscar señal de celular cuando enfrentaron los riesgos de los sumideros.
La búsqueda de la pareja sigue a buen ritmo, con la ayuda de tecnología como drones, y la colaboración de perros, autoridades y voluntarios. La zona es vasta, con Rocas Coloradas extendiéndose por 95.000 hectáreas, de las cuales solo 40 se están inspeccionando. El clima desafiante, con temperaturas bajo cero y fuertes vientos, no facilita la tarea.
Por desgracia, este no es un caso aislado en Comodoro. Martín lamenta que varias personas más han desaparecido sin dejar rastro en la región en situaciones aparentemente cotidianas. “No es necesario aventurarse en una expedición para volverse un desaparecido aquí”, concluye con tristeza.
