Con el lanzamiento de los datos de inflación de enero, que fue del 2,2%, se inició el período de cinco días para que las compañías de salud prepaga comuniquen a sus clientes el incremento de las tarifas para el mes de marzo. Sin embargo, este próximo mes presenta una peculiaridad: es el primero después de la eliminación de la triangulación con las obras sociales. Esto ha generado incertidumbres sobre cómo afectará económicamente a los asegurados.
La justificación del Gobierno nacional para desmantelar este sistema era suprimir los intermediarios, conocidos como “sellos de goma”, y que los fondos de dicha intermediación—entre un 3% y un 10% que significaban una suma cercana a 30.000 millones de pesos al mes—fueran directamente a las prepagas, buscando así un beneficio para los trabajadores.
Una pregunta importante tras el anuncio era si este beneficio llegaría directamente y de qué manera. Actualmente, entre el 60% y el 70% del total de afiliados a la medicina privada son los denominados “corporativos”, quienes canalizan sus aportes de dos formas: o el empleador se encarga del costo de la prepaga, o los afiliados pagan la diferencia por encima de sus contribuciones, conocido como “plan superador”.
El restante porcentaje, que oscila entre un 30% y un 40%, incluye usuarios directos que abonan la cuota completa. Para ellos, al menos durante el próximo mes, podría haber un incremento superior al que experimentarán aquellos que canalizan aportes.
Situación Actual de las Tarifas
Una de las principales empresas de salud ya se prepara para comunicar a sus afiliados un incremento del 1,9%, que es tres décimas por debajo de la inflación, mientras que a quienes canalizan aportes no se les aumentará nada. Sin embargo, el impacto final en el pago del afiliado será particular en cada caso.
Complejidad del Sistema
Recientemente, ha habido reuniones entre el Gobierno y numerosas compañías clave de medicina privada, con el objetivo de lograr que los ajustes en las tarifas para marzo sean mínimos.
En la empresa mencionada previamente, no habrá incremento para los empleados, ya que la cuota que cobraba la obra social (que iba del 2% al 3%) se integrará a sus contribuciones. Aunque es posible que algunos afiliados paguen menos que el mes anterior, destacan que no se puede generalizar, pues cada caso varía debido a que el monto que abona el usuario está en función de las contribuciones, las cuales no son constantes cada mes.
Los expertos explican que no es un sistema lineal: “Si un mes trabajaste horas extra, tu contribución incrementó y tu cuota bajó un 10%. Pero si al mes siguiente no hay horas extra, subió un 7%. No es que subió un 7%, sino que tu contribución fue menor”.
Por ello, es difícil brindar un porcentaje general de cuánto se pagará menos en marzo en comparación con febrero. Además, hay que considerar que la medida se implementó el 31 de enero y, aunque ARCA ya comenzó a redirigir las contribuciones a las prepagas, existe un retraso y algunas obras sociales pueden tomar como referencia lo registrado en diciembre y ajustar en el mes siguiente.
Se estima que todo el proceso de actualización de padrones tomará alrededor de 60 días, y afinar los detalles llevará tiempo adicional. Este es uno de los cambios significativos del nuevo esquema: anteriormente, la prepaga compartía gastos con la obra social, que se encargaba de ciertas prestaciones como prótesis o medicamentos costosos. Ahora, todo esto será cubierto por la medicina privada.
En principio, no habrá costos adicionales para los asegurados con condiciones crónicas cuya medicación era cubierta por la obra social, ya que esos fondos ahora los recibirá la prepaga.
Proyecciones Futuras para las Tarifas
En los siguientes días, el Gobierno planea dictar otro decreto para avanzar en la desregulación del sector, lo que permitirá a las empresas modificar las tarifas de los planes de manera libre. Hasta el momento, debían aplicar el mismo porcentaje de aumento a todos los planes vendidos, sin considerar las diferencias en las estructuras de costos de los planes altos frente a los bajos.
Esta medida, que desde el sector privado es vista favorablemente, apunta a incrementar menos los planes económicos y más los costosos. Además, los precios para la última etapa etaria, es decir, los mayores, no podrán superar el triple del costo para los más jóvenes.
Por todas estas razones, hacer pronósticos sobre las cuotas de abril resulta complicado. Sin embargo, se prevé que con una inflación en tendencia descendente, si se desaceleran las negociaciones salariales y los incrementos en los medicamentos, los ajustes también se detendrían. Y cuando los aportes se ajusten reteniendo el dinero que antes se destinaba a la triangulación, los ajustes en las cuotas podrían volver a ser iguales para los afiliados directos y corporativos.
AS