El cambio legislativo en la ciudadanía italiana
El decreto-ley que ha endurecido significativamente los criterios para obtener la ciudadanía italiana se encuentra en la recta final, con menos de 20 días para su posible aprobación o rechazo.
Es casi un consenso que este proyecto “no se detendrá” y en el Parlamento italiano, según pudo confirmar Clarín, temen un escenario adverso para los descendientes de italianos en el extranjero: que se interrumpa la transmisión de la ciudadanía, restringiéndola solo a padres y abuelos.
Desde el 28 de marzo, cuando el ministro de Relaciones Exteriores de Italia, Antonio Tajani, presentó las restricciones al ius sanguinis (derecho de sangre), empezaron a correr los 60 días para debatir el tema en el Parlamento.
Proceso legislativo y votación en el Senado
¿Qué ha sucedido desde entonces? Se llevó a cabo una reunión de la Comisión Constitucional, que consultó con otras comisiones y seleccionó las mejores 102 enmiendas presentadas para ser discutidas en el pleno, donde todos los senadores votan a favor o en contra.
Una vez que el texto se define, lo vota la Cámara de Diputados y necesita la firma del presidente italiano para convertirse técnicamente en ley. Recientemente, hubo manifestaciones en Roma contra la limitación de la ciudadanía italiana por descendencia.
Es importante señalar que durante la presentación en la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado, no se llegó a un consenso sobre las enmiendas.
Por ejemplo, muchas personas buscaban flexibilizar la normativa, permitiendo la transmisión de la ciudadanía desde los bisabuelos, lo que permitiría a los nietos extranjeros obtener la nacionalidad. Sin embargo, esto no está en discusión en este momento.
Las enmiendas han sido discutidas, y tras la votación en el Senado, que se espera para este jueves, el texto deberá ser votado en Diputados para convertirse en ley. Si no hay modificaciones, el decreto se sancionará antes del 27 de mayo de 2025.
¿Qué queda pendiente para la próxima reunión de la Comisión? Se determinará si se aprueba el decreto-ley original, tal como lo firmó el ministro de Relaciones Exteriores, o si se adopta el texto con las enmiendas propuestas por la comisión constitucional, ya que otras modificaciones no tratadas el 8 de mayo podrían ser discutidas.
¿Qué resolvió el Senado el jueves anterior? Hasta la fecha, 25 enmiendas han sido parcialmente aprobadas. Representan un conjunto importante de “suavizaciones”. Sin embargo, el decreto aún restringe la ciudadanía italiana a los nietos.
Un aspecto crucial de lo aprobado es la eliminación del requisito de que el abuelo haya nacido en Italia; será suficiente con que haya sido ciudadano italiano. Asimismo, quienes solicitaron la ciudadanía antes del 27 de marzo de 2025, es decir, antes del anuncio del decreto tan restrictivo, serán reconocidos.
También, según las enmiendas, se haría una excepción con los descendientes de italianos nacidos en el extranjero, permitiéndoles residir y trabajar en Italia y, tras dos años, obtener la ciudadanía. Otro punto importante para suavizar el decreto es la creación de cuotas migratorias entre 2026 y 2028 para argentinos, brasileños, uruguayos y venezolanos.
Antes del decreto, si un antepasado era italiano y no perdió la ciudadanía antes de que naciera su hijo, la ciudadanía italiana era automáticamente transmitida. El decreto modifica esta regla: ahora solo se reconoce hasta el segundo grado (nietos) y establece nuevos requisitos de conexión con Italia.
¿Podrán los descendientes de cuarta o quinta generación acceder a la ciudadanía? No a través del ius sanguinis, que ahora solo aplica a padres y abuelos.
Sin embargo, las enmiendas podrían ofrecer la posibilidad de obtener un permiso de residencia especial por ser descendiente italiano, lo que permitiría vivir y trabajar en Italia. Tras dos años de residencia continua, se podría solicitar la ciudadanía, siempre que se cumpla el requisito del nivel B1 de italiano.
Una perspectiva incierta
“Las perspectivas no son alentadoras con respecto al proyecto de ley (el texto final)”, comenta el diputado italo-argentino Franco Tirelli a Clarín, quien ocupa un escaño en el Parlamento italiano representando al Movimiento Asociativo Italianos en el Exterior (MAIE).
Según cifras oficiales, en Argentina los reconocimientos de ciudadanía aumentaron de unos 20,000 en 2023 a 30,000 en 2024, liderando el mundo en el número de solicitudes y ciudadanías concedidas. Brasil sigue de cerca con 20,000 reconocimientos el año pasado.
¿Por qué es improbable que se extienda el límite de la transmisión de la ciudadanía hasta los bisabuelos? “La discusión en la Comisión del Senado ha finalizado y ahora el proyecto de ley se someterá a votación el 15 de mayo en el pleno, y la semana del 19 pasará a la Cámara de Diputados para su aprobación, que debe ocurrir antes del 27 de mayo. En este momento, son muy reticentes a flexibilizar los requisitos”, añade Tirelli.
El MAIE, a través de sus redes sociales, destaca que es “el único que se opone entre los partidos de la mayoría” en el gobierno.
“Los demás, como la Lega, Fratelli d’Italia y Forza Italia, respaldan este proyecto que limita la ciudadanía al exterior”, explica el diputado.
Para Tirelli, “esta es una decisión conjunta de Meloni y sus aliados políticos Antonio Tajani y Matteo Salvini (Vicepresidente del Consejo de Ministros de la República Italiana) que, por razones de seguridad nacional, están restringiendo al máximo la ciudadanía italiana”.
AA