La docilidad actual del cabello de las personas en Buenos Aires refleja claramente la situación: mientras las temperaturas siguen firmes y no parecen ceder, al menos hasta el viernes, un elemento climático que ha estado “en espera” comenzará a destacar cuando la ola de calor llegue a su final. En ese momento, es muy probable que una mayor sensación de sofoco intensifique el actual escenario térmico.
Este nuevo protagonista, aún en la sombra, es esa variable que el lenguaje popular ha tachado de peligrosa, aquella que “mata”, es decir, la humedad. Afortunadamente, durante estos días de calor intenso, esta villana climática ha mantenido un perfil bajo. Tanto así, que entre las tardes, aproximadamente de 3 a 4, donde usualmente las temperaturas alcanzan su pico, apenas superó el 30%.
Este alivio finalizará el viernes, cuando un incremento en la humedad finalmente provoque lluvias en la Ciudad de Buenos Aires. La incógnita persiste sobre si el descenso de temperatura será suficiente y llegará a tiempo para contrarrestar este nuevo ingrediente que añadirá al complejo climático. Se anticipa una mínima de 25 grados, una máxima de 32 y una humedad relativa que podría duplicar o incluso más los bajos valores actuales, rondando el 80%.
La buena noticia es que un fenómeno local conocido, la brisa vespertina del Río de la Plata, ha contribuido a soportar la ola de calor en la Ciudad, al punto de obligar al Servicio Meteorológico Nacional a ajustar la máxima esperada para este jueves, donde se pronostica que las temperaturas alcancen su auge. En lugar de los 37 grados originalmente previstos, ahora se espera una temperatura máxima de 35.
Existe la percepción de que esta primera ola de calor del verano ha sido relativamente benigna para los residentes de la ciudad, ya que las máximas apenas han sobrepasado lo necesario para que un periodo de al menos tres días sea considerado oficialmente como tal. Basta con compararla con otras olas de calor que fueron más prolongadas y donde las temperaturas sobrepasaron los 40 grados.
Corrientes de Aire y Efectos en la Humedad
El meteorólogo Marcelo Madelón, quien también es licenciado en medio ambiente, brindó su perspectiva para Clarín sobre por qué durante esta ola de calor el clima ha permanecido tan seco y cuál es el fenómeno ambiental que ocurrirá a medida que se acerque el fin de semana, ocasionando un posible desbalance entre temperaturas y humedad.
“El anticiclón, que es un centro de alta presión con vientos que giran en sentido antihorario ingresando desde el norte, genera corrientes de aire descendentes que evitan la formación de nubes y tienden a ser secantes. Así, el aire caliente se mantiene seco,” explicó Madelón.
El Rol del Frente del Sur
Más adelante, Madelón señaló que “normalmente, con el paso de los días, la masa de aire proveniente del noreste trae humedad, y además, a medida que el anticiclón se aleja, las corrientes de aire dejan de ser descendentes. Esto implica que, al menos 24 horas antes del cambio de tiempo en Buenos Aires, la humedad aumentará, incrementando así también la sensación térmica.”
Pronósticos a Mediano Plazo
Finalmente, se espera que un frente proveniente del sur disminuya un poco más las temperaturas, tanto mínimas como máximas. Aunque es temprano para hacer pronósticos sobre la próxima semana, según Madelón, “a partir del próximo miércoles, regresarán las altas temperaturas.” Como es deseable en verano, habrá que observar si en ese momento la humedad se retrae, contribuyendo al bienestar general, o si, por el contrario, continúa elevando el calor en la región.
PS