Maia Esteban, una joven de 29 años oriunda de Necochea, era conocida como “La Negra”. Era la compañera que todos querían tener a su lado, liderando con alegría y amor por la naturaleza. Su espíritu aventurero y libre encontró un hogar en Santa Teresa, un encantador pueblo costero en la provincia de Puntarenas, apodada la “Perla del Pacífico”, ubicada al oeste de Costa Rica.
Un Trágico Desenlace
El pasado fin de semana, Maia sufrió un trágico accidente que le costó la vida. Tras salir de una fiesta en moto junto a amigos, colisionó contra un árbol por razones que aún se investigan. Aunque la encontraron con vida, lamentablemente falleció en la ambulancia.
Procedente de Necochea, Maia formaba parte de un grupo en Facebook donde realizaba labores de ayuda comunitaria, además de compartir su pasión por los perros, gatos, el mar, el surf y la fotografía. Su amor por los tatuajes, sus pecas y la naturaleza florecía allá donde iba. Para ella, todo era “verano eterno”.
“Es un ser de luz y amor”, expresó su hermana Marianela, de 43 años, quien aún procesa la dolorosa pérdida de hablar sobre Maia en presente.
Recordada por Todos
Sus redes sociales se llenaron de emotivas despedidas. Una amiga la recordó diciendo: “Bailabas por el mundo, irradiando luz en cada rincón. Dueña de cada celebración, apasionada de Newell’s, y la fotógrafa del grupo. Contagiaste risa y amor”.
Con cariño agregó: “Aunque la vida se mueve más lentamente sin ti, no siento miedo porque sé que estarás presente en cada arcoíris. Gracias por unirnos, te amo”.
En su biografía de Instagram, Maia se describía como “leprosa” y alentaba a vivir intensamente. En su última publicación agradeció a sus amistades por su apoyo diario.
Las imágenes de sus viajes, incluido un recuerdo de la tarde inolvidable en Miami donde Argentina ganó la Copa América 2024 frente a Colombia, estaban siempre presentes en sus redes.
Siete años atrás se trasladó a vivir a Santa Teresa. “Qué bendición es esta libertad y la belleza de un lugar que me conquista todos los días”, publicaba en sus redes.
Según relató Clarín, Maia había asistido a la despedida de una amiga antes de su mudanza a Australia. En la noche, al decir “me voy”, se marchó en su moto. Más tarde, fue encontrada por dos amigos que la seguían en auto, gravemente herida tras impactar un árbol.
Fue llevada a un puesto de guardavidas en Santa Teresa, pero al carecer de seguro médico, no la atendieron. Finalmente, en otro centro, recibió asistencia, pero falleció camino al hospital.
En un grupo de Facebook hicieron un llamado para recuperar su cartera negra, la cual contenía su celular.
La familia agradeció las muestras de cariño y pidió respeto en este periodo de duelo mientras gestionan la repatriación del cuerpo.
Silvia López, su madre, de 60 años, expresó su dolor y su amor: “Maia fue un espíritu libre que iluminó todo el planeta con su presencia. La extrañaré profundamente, pero siempre recordaré su mágica energía”. Así, Necochea y el mundo entero lloran su partida.