Un grupo de investigadores del Conicet ha realizado un notable descubrimiento en la provincia de Río Negro, donde encontraron una rica variedad de organismos que vivieron hace aproximadamente 75 millones de años. La exploración ocurrió a unos 30 kilómetros al suroeste de General Roca, donde se recuperaron moluscos, peces, tortugas de agua, cocodrilos, y se identificó una nueva especie de dinosaurio herbívoro a la que se le dio el nombre de Chadititan calvoi, conocido como “Titán de la Sal”.
Según un comunicado del Conicet, esta importante expedición recibió apoyo financiero de la National Geographic Society. Contó con la participación de expertos de diversas instituciones y campos de estudio, incluyendo la Universidad de Uruguay. Durante la misión, se halló una increíble colección de 432 restos fósiles de más de un centenar de grupos animales diferentes.
Chadititan calvoi: una curiosa especie herbívora
Chadititan representa un tipo de dinosaurio de cuello largo que pertenece a la categoría de saurópodos titanosaurios. Específicamente, en este conjunto, se trata de un dinosaurio de tamaño moderadamente pequeño, alcanzando una longitud máxima de 10 metros, mientras que los especímenes juveniles recientemente encontrados no sobrepasan los 3 metros.
Este dinosaurio está relacionado con titanosaurios de dimensiones comparables como Rinconsaurus y Pitekunsaurus, perteneciendo a un grupo compacto conocido como rinconsaurios. Federico Agnolín, investigador del CONICET en el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” y en la Fundación Félix de Azara, describe que “todos compartían características similares: un cuello relativamente grueso que terminaba en un amplio tórax; caderas anchas, extremidades relativamente delicadas, y una cola curvada hacia abajo en su base, lo cual es una condición rara entre los dinosaurios”.
Los rinconsaurios, como Chadititan, habitaron la Tierra durante un periodo de tiempo corto, entre aproximadamente 80 a 70 millones de años atrás, y se extinguieron millones de años antes del famoso impacto del meteorito hace 65 millones de años.
Conforme a la información de National Geographic, de entre los más de 400 fósiles rescatados, aproximadamente 20 corresponden al Chadititan calvoi. “Chadi” proviene del mapudungun, idioma de los pueblos originarios de la región, y significa “sal”, aludiendo al sitio de excavación cercano al Salitral Moreno.
El sentido completo del nombre de este género se interpreta como “Titán de la Sal”. La designación de la especie, calvoi, se eligió en honor al paleontólogo argentino Jorge Calvo, reconocido por describir diversos titanosaurios y el clado Rinconsauria, al cual pertenece esta nueva especie.
Reptiles acuáticos y voladores, y otros hallazgos
Entre los descubrimientos más relevantes se encontraron cientos de restos de caparazones de tortugas de agua dulce, las cuales representan más del 90% de los vestigios recuperados. “Las tortugas localizadas son muy semejantes a las que actualmente viven en ríos del norte de Argentina, pero que ya no habitan en la Patagonia”, explicó Agnolín.
Entre los restos recuperados, había de una gran tortuga llamada Yaminuechelys, con un caparazón de hasta 80 centímetros. También se hallaron muchos restos de peces que no se asocian comúnmente con la región, como pejelagartos de la familia Lepisosteidae y peces pulmonados de la especie Metaceratodus kaopen.
Los vestigios permitieron comprobar la existencia de cocodrilos y reptiles voladores en el área, aunque debido a lo incompleto de los fragmentos, se desconoce con precisión las especies involucradas.
Descubrimiento de moluscos ancestrales
Dentro de esta fauna prehistórica, se identificaron unas 6 especies de moluscos. Entre ellas, destaca una especie que es nueva y aún no ha sido nombrada, pero cuyo pariente más cercano es Aperostoma inca, que solo se encuentra en las selvas del norte de Argentina, a unos 2000 kilómetros de distancia.
“Estos descubrimientos nos permiten fortalecer la hipótesis de que las faunas de la Patagonia durante el Cretácico diferían notablemente del resto del mundo. Sin embargo, con el tiempo, las lagunas se secaron, convirtiéndose la región en el desierto que conocemos hoy en día”, comentó Agnolín.
