Introducción a un evento insólito
—¿Cómo supiste del evento?
—Por los carteles.
—Perfecto. Antes de que puedas pasar, necesito que contestes una pregunta —dice la joven en la entrada, y uno recuerda que está asistiendo a un evento de un grupo casi clandestino—: ¿Cuáles son tus empanadas favoritas?
Con alivio, uno responde la pregunta y recibe un permiso para ingresar junto con un volante que declara: “Eres adicto a Twitter, idiota. Únete a la Yihad Contra las Corporaciones de la Distracción”.
Una campaña que perturbó las redes sociales
A comienzos de 2025, los mismos insultos inundaron una campaña de carteles distribuidos en tres barrios de Buenos Aires (Villa Crespo, Almagro y Chacarita), provocando controversia especialmente en círculos libertarios en redes sociales. Algunos carteles decían: “¿Cuántos TikTok verás hoy? La concha de tu madre” y “¿Tu novio usa TikTok? Felicidades, estás con un niño”. Los carteles se pegaron en pantallas gestionadas por Publicidad Sarmiento, quienes aclararon que la forma en la que fueron colocados constituyó un acto de “vandalismo”.
Un sábado particular en Barracas
Es el último sábado de enero en Barracas, en una casa histórica transformada en galería de arte, situada sobre la avenida Montes de Oca. En el patio de esta casa se reúne una multitud que hacia las 8:30 de la noche supera las 50 personas, a la espera de un slam de discursos políticos de la Yihad.
El escenario es sencillo, hecho de pallets. Hay mesas y sillas para el público, que se acomoda en ellas. Predominan conjuntos casuales: gorras, camisas hawaianas, bermudas y zapatillas de skater, con pocos asistentes superando los 30 años. La espera está perfumada con cerveza, tabaco y algunos porros.
El misterio de la abuela Estrella Norma M.
En el acto, el moderador saluda: “Bienvenidos al slam de discursos políticos. Presentaremos doce ponencias, después habrá tiempo para refrescos y diálogos, y al final votaremos el mejor discurso”.
El aire se relaja: la campaña que empezó provocando con insultos evoluciona a debates productivos. A pesar de su forma inicial agresiva, los carteles lograron interesar y atraer una audiencia importante, brindándose como una crítica contundente, más allá de insultos sueltos.
Este esfuerzo de la Yihad, cuyo nombre evoca extremos, aborda nuestro presente frente a las empresas del entretenimiento digital. Defienden la idea de que lidian con una “guerra” contra el control de las redes sociales sobre nuestra atención.
En un gesto peculiar, un detalle resalta: la recaudación de fondos se realiza a través de un alias bancario a nombre de la señora Estrella Norma M., una anciana de 86 años, vecina de Núñez. El papel de esta octogenaria en esta lucha genera curiosidad, aunque su verdadero rol permanece ambiguo.
El desarrollo del discurso y el contraste generacional
Los oradores se alistan por sorteo y cada uno dispone de diez minutos. Un poema describe a los usuarios de redes como seres sin alma. Un discurso enérgico invita a rever nuestros hábitos digitales y llama a resistir la influencia de las corporaciones de la distracción.
Otro participante, identificado como El Partido Imaginario, luce su peculiar atuendo verde flúor mientras sugiere una nación innovadora con feriados como el día de la muerte de Google, captando la atención de una joven que, irónicamente, le solicita su perfil de Instagram.
Trinche Carlovich, el siguiente orador, pide abucheos en lugar de aplausos, expresando su disgusto por la influencia de las redes sociales y enfatizando un rechazo a las Sociedades Anónimas Deportivas, contradiciendo propuestas políticas actuales.
A medida que los discursos avanzan, la temática se va saturando y el interés del público decrece. Sin embargo, se genera un espacio para la interacción, reflexionando sobre los desafíos de vivir en una era digital tan intrusiva.
Reflexiones finales: batalla cultural y despertar colectivo
La clausura del evento tras tres horas de intercambio deja una mezcla de ideas e impresiones entre los asistentes. El cronista intercambia palabras con el moderador, quien explica que la provocación es intencional para generar debate y, junto a ella, una reacción por parte de los colectivos libertarios.
Las respuestas de influencers libertarios resaltan tanto la crítica a la campaña como la curiosidad por sus verdaderos responsables, con algunos acusándolos de ser parte de estrategias políticas de manipulación cultural.
En el contexto final, aunque la Yihad no situada en un espectro político concreto, se plasma como un movimiento diseñado para enfrentar el poder de las corporaciones que dominan nuestro tiempo y espacio de atención, inspirando a sus integrantes a buscar soluciones innovadoras al desafío común.
