Hace un lustro, las oficinas eran el centro absoluto de la vida profesional. Compartir escritorios, participar en reuniones y el constante movimiento del día a día caracterizaban esta rutina. Sin embargo, la pandemia sacudió estas dinámicas de arriba abajo. Rápidamente, millones de empleados trasladaron su jornada a casa, transformando sus comedores en oficinas improvisadas y redefiniendo la percepción de “ir a la oficina”.
Evolución del Teletrabajo
Hoy en día, trabajar desde casa ha dejado de ser una solución temporal para convertirse en una modalidad establecida que modificó permanentemente nuestras relaciones laborales y el equilibrio entre la vida personal y profesional. Especialistas subrayan que las configuraciones de trabajo remoto e híbrido se han vuelto especialmente atractivas, sobre todo entre los jóvenes. Algunos buscan la libertad de trabajar desde cualquier lugar del mundo, mientras que otros ven en el home office la oportunidad de mantener múltiples fuentes de ingreso.
Testimonio de Transformación
Facundo Petit, quien lidera el área de IT en Accenture Argentina, relata a Clarín su experiencia pre-pandemia, cuando su rol requería una presencia física constante para dar soporte en conectividad y asistencia en reuniones. La pandemia, no obstante, sentó un nuevo precedente. “Sin duda, fue un gran desafío y lo sigue siendo. Nos adaptamos a un sistema mixto con una asistencia en oficina promedio de tres días semanales”, confiesa Facundo. Implementaron cambios significativos en procesos y servicios de soporte para adaptarse a esta nueva realidad.
Beneficios y Desafíos del Trabajo Híbrido
Andrea Ávila, CEO de Randstad Argentina, comenta que la transición masiva al trabajo remoto fue inevitable en 2020. “El contexto de la pandemia obligó tanto a empresas alineadas con el trabajo remoto como a aquellas más conservadoras a adoptar esta modalidad”, explica. A cinco años del surgimiento del teletrabajo, Ávila afirma que “funciona y llegó para quedarse”, ya sea completamente remoto o combinando días en casa y días en la oficina.
Desde la perspectiva profesional, se destaca una mayor claridad en torno a las prioridades personales y laborales, con la flexibilidad y el equilibrio como factores clave al elegir un empleo. Sin embargo, la interacción presencial sigue teniendo ventajas notables tanto para individuos como para organizaciones. Un equilibrio entre ambos enfoques fomenta tanto la productividad como la transmisión de la cultura empresarial.
Presente y Futuro del Trabajo
Georgina Barran, directora de RRHH de Accenture Argentina, destaca que su adaptación fue más suave debido a su programa “Accenture Flexible”, establecido hace más de 15 años. Este programa ya ofrecía opciones para el trabajo remoto pre-pandemia, facilitando la transición hacia un modelo híbrido que combina el contacto directo con clientes y la confianza intra-equipos.
Los modelos híbridos han sido fundamentales para satisfacer tanto las necesidades de las compañías como las de los empleados. “Hoy en día, el concepto de oficinas está cambiando hacia espacios de colaboración y creatividad”, señala Barran. Sin embargo, Ávila advierte del riesgo de deslocalización, donde el talento local puede ser atraído por empresas extranjeras gracias a la virtualidad.
Para los trabajadores, la modalidad remota ofrece flexibilidad, ahorro de tiempo y un equilibrio más sano entre el trabajo y la vida personal. No obstante, enfrentan desafíos como el aislamiento social y las rutinas poco activas. Los modelos híbridos, apoyados con una gestión adecuada de Recursos Humanos, resultan esenciales para el bienestar de los empleados.
Un estudio realizado por WeWork y Michael Page evidenció que el 66% de los encuestados argentinos prefieren el trabajo híbrido, y el 81% considera que es la mejor vía para incrementar la productividad y equilibrar la vida personal y profesional.
Las oficinas del futuro continuarán transformándose hacia entornos más abiertos y colaborativos. “Los modelos híbridos están llevando a una reconfiguración de los espacios laborales, desde el traslado de empresas a las afueras de la ciudad hasta la adopción de coworking y hot-desks”, concluye Ávila. La experiencia reciente sugiere que no existe una solución única; el gran reto es ajustar las ofertas laborales a las expectativas individuales, favoreciendo a ambos, empleados y empleadores.