La investigación sobre terapias con células madre promete avances significativos en el tratamiento de enfermedades hasta ahora sin cura o que avanzan más rápido que los tratamientos actuales, como las patologías neurodegenerativas. En un desarrollo importante, la revista Nature ha publicado dos investigaciones que aportan buenas noticias sobre la posible utilización de estas células para tratar una de estas enfermedades: el Parkinson.
Confirmaciones clave en la investigación
Estos estudios individuales respaldan un punto crucial: proporcionan información esencial sobre la seguridad de los nuevos tratamientos con células madre para el Parkinson, un dato invaluable para los expertos que buscarán tratamientos de vanguardia para sus pacientes en el futuro.
Comprendiendo las células madre
¿Qué son las células madre y cómo pueden ser útiles en el tratamiento del Parkinson? Estas células existen en nuestro organismo en diferentes cantidades, dependiendo del tejido y el momento de la vida. Su característica principal es que no tienen una función definida. No son células específicas de la piel, hígado, corazón (miocardiocitos) o cerebro (neuronas). Son versátiles y los científicos han aprendido a guiarlas para que adopten diversas funciones.
El potencial de las células pluripotentes inducidas
Algunas células madre, como las embrionarias, tienen un alto potencial, aunque no es absoluto. Pueden desempeñar muchas funciones, pero no todas. Esto contrasta con las más recientes células madre pluripotentes inducidas (IPSC), que pueden ser dirigidas para desempeñar cualquier función en cualquier tejido del cuerpo.
El avance de las IPS
Las IPS, introducidas al mundo científico por el japonés Shinya Yamanaka en 2006, se crean en el laboratorio a partir de células normales. Estas células se transforman a su estado inicial, siendo programadas desde cero, dejándolas sin una función específica. Una verdadera hoja en blanco con un potencial ilimitado, listas para ser orientadas según lo requiera el investigador.
