El dolor y la ansiedad crecen entre los rescatistas y familiares de Alejandro Cabrera Iturriaga, un adolescente argentino de 17 años desaparecido en Chile desde el lunes pasado. La última vez que fue visto, entraba al mar acompañado de sus hermanos y primos en el sector de Cuatro Esquinas de la playa de La Serena, un famoso destino turístico de la cuarta región chilena.
Detalles del Incidente
Este miércoles al mediodía se cumplieron dos días desde la desaparición de Alejandro. A pesar de ser originario de San Juan, Argentina, vive en Chile desde hace un año. El lunes al mediodía, entró al agua junto a sus familiares de San Juan que estaban de visita. Lamentablemente, una corriente los arrastró a todos.
“Lo vi desaparecer frente a mí. Se me escapó de las manos; estaba agarrando a sus hermanos, pero no logré ayudarlo”, lamenta Francisco Boldo, de 34 años, un trabajador de la construcción que logró salvar a cuatro de los jóvenes tras lanzarse al agua al escuchar gritos de auxilio.
Zonas de Riesgo
El lugar donde ocurrió el incidente, en la intersección de Cuatro Esquinas y Avenida del Mar, es un popular sitio elegido por turistas argentinos que visitan La Serena, en Coquimbo. A pesar de las advertencias sobre peligros del agua y las señales de “Prohibido bañarse” en la playa, durante el verano muchos visitantes ignoran estas alertas y entran al mar.
La temporada oficial de verano comienza el 15 de diciembre, momento en que las playas chilenas del Pacífico cuentan con salvavidas y equipos de rescate preparados.
El lunes, durante la tragedia, Boldo pasaba por Avenida del Mar en bicicleta cuando escuchó los pedidos de ayuda de una madre. Era la mamá de los jóvenes que se ahogaban.
“La madre gritaba desesperada, y los jóvenes también pedían ayuda. Habían sido llevados 15 metros mar adentro y solo se alcanzaban a ver sus cabezas”, describe Boldo.
Entre los jóvenes se encontraban cuatro chicos y una chica de entre 12 y 22 años. El mayor logró salir por sus propios medios del agua. “Primero rescaté a la chica, luego fui tras los chicos. En la rompiente encontré a Andrés, el menor, casi inconsciente y logré reanimarlo”, relata el rescatista.
Operación de Rescate
Más de 150 rescatistas, apoyados por drones y barcos, están involucrados en la búsqueda, bajo la coordinación de la Armada chilena.
Desde las 8 de la mañana del miércoles, se han unido 25 pescadores, marinos de la Armada y bomberos al esfuerzo de búsqueda. El área de operación abarca un radio de aproximadamente 4 kilómetros desde el punto donde desapareció el joven.
“No hemos encontrado nada. Si el cuerpo está en el área, debería salir a flote después de tres o cuatro días”, comenta Boldo, quien ha vivido toda su vida cerca del mar tanto en Viña del Mar como en Cuatro Esquinas.
Sobre el momento del infortunio, Boldo describe: “El lunes por la mañana estaba tranquilo, pero luego un viento sur se levantó repentinamente, agitando el mar en menos de cinco minutos.”
Boldo dejó su bicicleta, se acercó a tranquilizar a la madre y se lanzó al mar para ayudar. “Todos se estaban ahogando, tomaban agua, ninguno sabía flotar bien”, dice Francisco.
Lamentando la falta de recursos, expresa: “Vi cómo se hundió Alejandro, no tenía elementos para ayudar, como un bote o lancha. Sentí impotencia. Estuve casi una hora con los chicos, sosteniéndolos en el agua mientras esperábamos a los buzos. Ni un solo paramédico llegó para asistirlos”, finaliza.
El periodista chileno Rodrigo Chávez, del canal Mega, está en constante comunicación con la familia de Alejandro, que ha montado una base en la playa para seguir de cerca la búsqueda. “Están agradecidos por las labores de rescate y mantienen la esperanza de hallarlo con vida”, informa.
Sergio Órdenes, coordinador de playa y socorrista de La Serena, informó a TN que las probabilidades de encontrar al joven con vida son escasas. “No, ya llevamos tres días de búsqueda, las posibilidades son nulas. Pero es fundamental hallarlo para que la familia pueda cerrar este capítulo”, sostuvo.
Alejandro cursaba estudios en el liceo Gabriela Mistral de La Serena y esta semana había recibido la visita de sus primos de San Juan. Sus compañeros, profesores y familias han organizado cadenas de oración con la esperanza de que aparezca pronto.
