Testigos iniciales del incendio pensaron que podrían controlarlo con rapidez. Intentaron extinguirlo, pero su esfuerzo fue ineficaz. Las llamas se esparcieron rápidamente. No se conoce el origen o motivo del fuego, aunque sí se sabe su ubicación: comenzó en Logística Fizbay, comercialmente conocida como Logischem, situada en el Polígono Industrial de Carlos Spegazzini, en Ezeiza. Esta información fue confirmada por fuentes de la empresa, en comunicación con Clarín.
Primeras impresiones y reacción de las autoridades
Los directivos de la compañía afirmaron que momentos antes del inicio del incendio realizaron una “ronda de seguridad”, supervisando toda la planta al final de la jornada laboral. Los empleados recién salían cuando detectaron el fuego, que inicialmente parecía pequeño pero que pronto se extendió. Afortunadamente, nadie resultó lesionado, mucho menos fallecido, destacaron ejecutivos de la empresa con cuatro décadas en el sector y doce años en Ezeiza.
Se especula que el desastre comenzó cuando las llamas alcanzaron contenedores de agua oxigenada, material altamente inflamable. Esto provocó una serie de explosiones, cada vez mayores, culminando en un gran estallido que generó una nube en forma de hongo, visible desde lejos. Vecinos aterrorizados, incluso a varios kilómetros de distancia, sufrieron daños materiales a causa de las ondas expansivas, que rompieron vidrios y estructuras en un amplio radio.
Afectación en otras empresas y antecedentes
Desde Logischem, el fuego se trasladó primero a la empresa cercana Iron Mountain, donde también se produjeron explosiones en minutos. Esta empresa se dedica a la custodia de documentos importantes con la premisa de protegerlos de desastres. No es el primer incidente grave para ellos; anteriormente en 2014, en Barracas, ocurrió otro incendio de gran magnitud en el que fallecieron diez bomberos mientras trabajaban para contener las llamas.
El viento nocturno dirigió el fuego hacia los almacenes de Neumáticos Larroca, que acopian grandes ruedas utilizadas en actividades mineras, y hacia los depósitos de Plásticos Lago. Varias compañías en el Polígono Industrial de Ezeiza, ubicado junto a la autopista que conecta con Cañuelas, sufrieron daños por las explosiones, afectando fachadas, ventanales y oficinas.
Empresarios de la zona comentaron a Clarín que los bomberos ya habían advertido sobre la imposibilidad de contener un fuego en esos almacenes debido a la acumulación de materiales inflamables. Esta advertencia fue informal y no se tradujo en medidas preventivas oficiales.
Luego del incidente, el intendente de Ezeiza, Gastón “Gato” Granados, expresó su conmoción al relatar que su residencia, situada a solo dos kilómetros, también sufrió daños por las explosiones. Durante la mañana siguiente, Alejandro Granados, padre de Gastón y figura política prominente de la zona, garantizó apoyo financiero de bancos provinciales y nacionales para las fábricas afectadas.
En su explicación, Alejandro Granados definió el evento como un “milagro” al no haber víctimas mortales y sus heridos fuera de peligro, subrayando que ahora el reto es económico y, por tanto, resoluble.
Por su parte, la fiscal Florencia Belloc, responsable del caso, investiga si las empresas cumplían con las normativas de seguridad necesarias para trabajar con materiales inflamables. Desde su llegada al Polígono Industrial el día del siniestro, ha instado a mantener los posibles focos de inicio del incendio bien preservados durante las labores de extinción. Espera informes técnicos de bomberos federales para confirmar las posibles causas del incidente. Si se constatan irregularidades, el caso podría tomar relevancia tanto política como judicialmente.
Todos los escritos preliminares de expertos deben estar listos en 48 horas, incluidas denuncias de vecinos por los daños sufridos en sus viviendas.
Las autoridades municipales aseguraron que todas las empresas cumplían con la reglamentación vigente. Intendentes de distritos cercanos colaboraron prestando apoyo logístico y servicios de emergencia. La gobernación tomó un papel activo en el operativo de seguridad.
Aún persisten pequeños fuegos en el área afectada, pero los bomberos prefieren dejarlos extinguirse naturalmente para reservar agua y recursos para situaciones más urgentes.
El espectáculo del incendio y las explosiones fueron tan impactantes que la noticia pronto se viralizó y alcanzó repercusión internacional. Aunque la tranquilidad parece retornar gradualmente, la investigación sigue su curso para esclarecer los detalles del evento, que por momentos asemejó a una catástrofe en Ezeiza.
