El pasado sábado, un avión de acrobacias para dos personas se estrelló en la pista del Aeroclub de Bell Ville, ubicado en la provincia de Córdoba, en el transcurso de un festival aéreo. Este trágico evento resultó en el fallecimiento de ambos tripulantes, causando una profunda tristeza entre los presentes y en las comunidades de las cuales eran parte los fallecidos.
Se reveló que los fallecidos eran Mariano Latuf Zeballos, de 32 años y procedente de Villa Cañás, Santa Fe, y Ricardo Ferrer, de 40 años, originario de Alpachiri, La Pampa, pero residía en la localidad rural de Ascensión, Buenos Aires. Ambos intentaban despegar a bordo de un avión Bristell hacia Villa Cañás cuando la aeronave aparentemente perdió potencia al final de la pista, impactó el suelo y se incendió de inmediato, según los informes preliminares.
Un evento que terminó en desastre
El espectáculo aéreo de Bell Ville había comenzado en horas de la tarde, incluyendo actividades como paracaidismo, vuelos de iniciación en helicópteros y aviones, demostraciones aéreas, y presentaciones de la brigada en motocicletas y la banda musical de la Policía Provincial. Promocionado en redes como una gran propuesta de entretenimiento, el festival convocó a pilotos y aeronaves de Córdoba y regiones vecinas.
El accidente ocurrió en el inicio de la pista ante muchas personas presentes. Tras un fuerte estruendo, una densa columna de humo se elevó desde el sitio y rápidamente circulaban videos del accidente en redes sociales. Aunque los bomberos, policía y servicios de emergencia llegaron al lugar de inmediato, sólo pudieron confirmar los fallecimientos.
Comienzo de la investigación
Nicolás Gambini, fiscal de instrucción de Bell Ville, se encargó de las primeras pericias y de preservar el área afectada. Como el Aero Club se sitúa en una jurisdicción federal, es posible que autoridades nacionales se sumen a la investigación para esclarecer las causas del incidente.
Hasta el presente, se considera que la causa más probable fue una pérdida de sustentación del avión en el despegue, aunque los peritos especializados deberán confirmar los detalles exactos.
Identidad de las víctimas
En su perfil de Facebook, Mariano Latuf Zeballos se presentaba como piloto comercial, ingeniero, operador técnico de sonido, DJ, y productor de eventos. Unas horas antes del fatídico vuelo, compartió un afiche del festival con la frase que hoy resuena con un profundo eco: “La entrada al Cielo está en tus manos”.
Ricardo Ferrer, por su parte, se describía como un creador digital y expresaba su amor por volar en sus publicaciones. Un mensaje suyo decía: “Existen dos tipos de pilotos: aquellos que sienten la necesidad de volar al igual que dormir, comer o respirar, y aquellos que lo hacen por deber, obligación o falta de opción. (…) Los primeros, a menudo sienten fascinación desde la niñez por la aviación”.
Familiares y amigos despidieron a ambos con afectuosos mensajes en redes sociales, lamentando su pérdida: “Vuelen alto, queridos amigos. Mi pésame para las familias de Mariano Latuf Zeballos y Ricardo Ferrer. Hoy el corazón duele. Q.E.P.D.”, publicó uno de sus amigos.
Impacto en Bell Ville
El desastre marcó con dolor lo que debía ser un día de entusiasmo aviatorio. Los organizadores del evento cancelaron la segunda jornada del festival mediante un comunicado oficial.
Este accidente en Bell Ville se suma a otros sucesos trágicos en festivales aéreos del país, provocando una nueva investigación acerca de las responsabilidades y las medidas de seguridad. Mientras tanto, la memoria de Mariano y Ricardo perdura entre aquellos que compartieron su amor por la aviación.
Tragedia previa en Villa Cañás
Hace un par de años, en 2023, un accidente aéreo causó consternación durante un espectáculo de acrobacias gratis en el aeroclub de Villa Cañás. Un avión L29 Dolphin, de entrenamiento militar y fabricación rusa, cayó abruptamente y se estrelló, resultando en la muerte de sus dos pilotos.
Las víctimas de aquel accidente fueron Gastón Javier Vanucci, oriundo de Venado Tuerto y al mando del avión, de 28 años; y Nicolás Juan Skare, un copiloto experimentado en acrobacias aéreas, de 66 años y natural de Salto. La colisión se produjo ante la mirada del público, capturada en videos que registraron el avión descender sin control.
Ricardo Ferrer, entre los colegas que despidieron a Vanucci, había compartido un emotivo mensaje por la pérdida de su amigo, demostrando la estrecha relación y la pasión por la aviación que compartían. Irónicamente, ambos quedan unidos por un destino igual de fatal en diferentes lugares, pero con el mismo desenlace trágico.