Condena a Perpetua para Brenda Agüero
Un veredicto histórico en Córdoba culminó con la condena a cadena perpetua de Brenda Agüero, de 30 años, después de un juicio que se prolongó por seis meses. Esta enfermera fue declarada culpable de causar la muerte de cinco recién nacidos entre marzo y junio de 2022 en el Hospital Neonatal provincial, además de intentar asesinar a otros ocho bebés que finalmente sobrevivieron. Según la acusación, Agüero utilizaba insulina o potasio, sustancias que resultaron letales para los pequeños.
Un Caso Parecido en Inglaterra: Lucy Letby
El caso aterrador de Agüero recuerda mucho a otro sucedido en Inglaterra con la enfermera Lucy Letby, de 35 años, quien también recibió cadena perpetua. Ella fue hallada culpable de asesinar a siete bebés entre junio de 2015 y junio de 2016 en el Hospital Countess de Chester, donde estaba empleada, y de haber tratado de poner fin a la vida de otros seis.
La Traición de Lucy Letby
En más de una ocasión, Letby fue arrestada en 2018 y 2019, pero liberada por falta de pruebas mientras convencía a sus colegas de que esas muertes eran simplemente “mala fortuna”. Sin embargo, en noviembre de 2020, tras evidencias comprometedores, fue encarcelada. En su residencia, la policía encontró notas donde confesaba: “Soy mala, lo hice, los maté porque no soy suficientemente buena”.
Durante su juicio, se demostró que Letby provocó la muerte de los bebés inyectándoles aire y administrando insulina a dos de ellos. Utilizaba distintos medios letales como sondas nasogástricas y sobredosis de leche. Algunas de sus víctimas eran gemelos e incluso se comprobó que dejó a familias destrozadas al asesinar a dos de tres trillizos. Al mismo tiempo, Letby falló en algunos intentos, causando solo la muerte de un gemelo y errando con el otro.
Sentencia y Reacciones
El juez James Richard William Goss, encargado del caso, fue contundente en agosto de 2023: “Letby actuó con premeditación, calculando cada paso de sus crímenes con malevolencia que rozaba el sadismo. Durante el juicio, negó fríamente su responsabilidad y mostró un absoluto desdén por el daño causado. Las víctimas eran extremadamente vulnerables, algunas con solo un día de vida, y sufrían las consecuencias de sus despiadados actos”.
El juez subrayó la violencia de las acciones de Letby: “Pasará el resto de su vida tras las rejas sin posibilidad de liberar”, una sentencia infrecuente en el Reino Unido, convirtiéndola en la cuarta mujer en la historia del país en recibir tal castigo. Este castigo ejemplar reflejó el horror de sus crímenes y el impacto en las familias de las víctimas, que querían expresar su dolor ante ella, aunque Letby no estuvo presente durante la entrega del veredicto.
Su imagen pública se hundió al convertirse en el villano más detestado del país, conocido como “El ángel de la muerte”. Cuando tuvo la oportunidad de defenderse, negó todas las acusaciones y se describió a sí misma con una vida social corriente, llena de actividades cotidianas. Sin embargo, este comportamiento no logró desviar las evidencias en su contra.
Los relatos del juicio revelaron cómo Letby aprovechaba la ausencia de los padres para atacar a los bebés, generalmente por la noche. Después de sus actos, incluso se unía a las reanimaciones e incluso escribía cartas a los padres de los pequeños fallecidos.
Motivaciones de Letby
Letby, nacida el 4 de enero de 1990 en Hereford, siempre se mostró apasionada por el trabajo con niños. Estudiando en la Universidad de Chester, obtuvo el título que le permitió empezar a trabajar en el mismo hospital donde cometió sus crímenes. Fue la primera de su familia en aspirar a una carrera profesional, lo cual hizo más impactante su caída en desgracia.
Las dos enfermeras, Brenda Agüero y Lucy Letby, están separadas por más de once mil kilómetros, pero comparten un siniestro vínculo: ambas eran bien consideradas en sus trabajos, no tenían antecedentes penales, seguían un oscuro modus operandi y ahora enfrentan la vida entre rejas. Mientras Letby ya inspiró un documental titulado “Lucy Letby, la enfermera que mató”, el caso de Agüero podría seguir un camino similar.
