Viviendo tras la tragedia de Cromañón
Veinte años han transcurrido desde la tragedia de Cromañón, un evento que transformó profundamente a José Iglesias. Este hombre, quien perdiera a su hijo Pedro en aquel fatídico suceso, se sumergió en una lucha constante por la justicia y la memoria, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y cambio. José, con 73 años a cuestas, reflexiona sobre el dolor inenarrable de perder un hijo, un sentimiento amplificado por la magnitud de la tragedia que cobró la vida de 194 personas y dejó más de 1.500 heridos.
La vida de José dio un vuelco total aquella noche de diciembre cuando Pedro, quien entonces tenía 19 años y una vida plena por delante, se vio atrapado en el incendio de República de Cromañón. La búsqueda frenética de Pedro, la desgarradora confirmación de su pérdida y el subsiguiente peregrinar por justicia, marcó el inicio de una larga y dolorosa jornada para José y su familia.
El inicio de un duro camino
Describiendo la noche del incidente con todo detalle, José relata cómo la búsqueda de su hijo se convirtió en una odisea que revelaría las profundas fallas en la respuesta estatal y en la gestión de crisis. La indignación de José se palpó en cada paso al encontrarse con obstáculos burocráticos y la indolencia de las autoridades, que se manifestaron en su fuerte respuesta al director de la Morgue Judicial y en el inició de su lucha por la justicia.
Movido por una “bronca militante”, como él la define, José encaminó sus pasos hacia la acción legal y la organización junto a otras familias afectadas por la tragedia, fundando un grupo de apoyo y reclamo por justicia que se haría eco en los medios y la sociedad argentina. Su transformación en el abogado emblema de la querella contra los responsables de Cromañón es testimonio de su dedicación y su cambio de vida, de abogado de pequeñas empresas a activista por la seguridad y la prevención.
Legado y memoria a través de la pantalla
La historia de lucha de José y su hijo encontró eco en el mundo del entretenimiento, inspirando a Luis Machín en su papel de Carlos Binder en la serie de Prime Video sobre Cromañón. La serie, que se toma libertades creativas, refleja no solo el dolor y la pérdida, sino también la resistencia y la lucha incansable de los padres y las madres que se negaron a que la tragedia se convirtiera en una mera estadística olvidada.
José aprecia la representación honesta y comprometida de la tragedia en la serie, considerándola un medio vital para preservar la memoria y educar a las nuevas generaciones sobre una de las peores catástrofes de Argentina. La serie no solo rinde homenaje a las víctimas y los sobrevivientes, sino que también resalta la importancia de la lucha por justicia y prevención para evitar que la historia se repita.
A dos décadas de la tragedia, José Iglesias mira hacia atrás y hacia adelante con una mezcla de dolor, pero también con esperanza y un sentido de propósito, sostenido por una red de apoyo de padres y madres que comparten el inmenso vacío dejado por sus hijos. La historia de Jose y su hijo Pedro sigue siendo un poderoso recordatorio de las consecuencias de la negligencia y la importancia de la lucha por la justicia.