El Misterioso Caso de Belén Zerda en Cancún
La desaparición de María Belén Zerda en la ciudad de Cancún, y su posterior localización, ha encendido nuevamente las alertas sobre una región que ha sido escenario de desconcertantes descubrimientos humanos: la delegación Alfredo V. Bonfil, situada en el municipio de Benito Juárez, Quintana Roo. A pesar del desenlace positivo en este incidente, se pone en evidencia una vez más las difíciles condiciones geográficas, sociales y de seguridad que prevalecen en un área marcada por la violencia y la dejadez gubernamental.
Desaparición en Terreno Selvático
Zerda, empresaria de nacionalidad argentina y 38 años, fue presuntamente vista por última vez el sábado 6 de abril mientras corría hacia una zona selvática próxima a su residencia. Vestía una blusa negra, shorts y zapatos de goma, y no se tuvo más noticias de ella durante casi dos semanas. Este incidente activó el Protocolo Alba, un recurso destinado a la búsqueda urgente de mujeres desaparecidas, despertando una ola de solidaridad tanto en México como en Argentina.
El Impactante Descubrimiento
Finalmente, fue encontrada en vida por autoridades mexicanas, en una región de densa vegetación. La fiscalía de Quintana Roo confirmó que la mujer estaba en óptimo estado de salud. Aunque la versión oficial apuntó a una posible crisis de salud mental, su familia negó rotundamente esta hipótesis.
Un Terreno de Descubrimientos Escalofriantes
El hallazgo de Zerda se produjo en las cercanías de Alfredo V. Bonfil, una localidad al sur del afamado destino turístico de Cancún. Reconocida por su vegetación espesa, caminos de tierra y viviendas humildes, esta región ha sido testigo de macabros hallazgos. En julio de 2021, la Fiscalía Estatal encontró restos óseos en tres puntos dentro de esta misma área. Estos descubrimientos formaron parte de un operativo tras repetidas denuncias de desapariciones.
Más adelante, en abril de 2023, aparecieron restos de al menos seis personas en un terreno boscoso de la delegación, trasladados al Servicio Médico Forense para su identificación. En marzo de 2025, poco antes de la desaparición de Zerda, se descubrieron restos humanos en un cenote de Bonfil, sumando otra inquietante nota a la lista de eventos perturbadores en la región.
De acuerdo con la Red Lupa, una plataforma que da seguimiento a desapariciones forzadas en México, Benito Juárez lidera las cifras de personas desaparecidas en Quintana Roo, con un incremento de casos que pasó de 404 a 494 para mayo de 2024. Otros municipios como Isla Mujeres y Felipe Carrillo Puerto también presentaron un aumento considerable.
Alfredo V. Bonfil se ha transformado en un foco de alta vulnerabilidad donde la geografía selvática facilita el ocultamiento de cuerpos, dificultando las labores de búsqueda. La urbanización desordenada y la presencia de grupos delictivos han convertido a esta zona en un espacio de riesgo, con poca acción visible por parte de las autoridades.
El caso de Belén Zerda, afortunadamente, no incrementa las estadísticas fatales, pero sí hace un llamado de atención sobre un área que acumula silencio, cuerpos sin identificar y familias en búsqueda de justicia.
Últimos Días Antes del Hallazgo
Zerda fue vista por última vez el 6 de abril, corriendo en dirección a la selva, y después de varios días desaparecida, las autoridades descartaron un secuestro. Los investigadores vincularon el caso con un problema de salud mental, sugiriendo un episodio de esquizofrenia, versión que la familia de Zerda rechazó categóricamente.
“Mi hermana no está enferma”, aclaró Guillermo, su hermano. Cuestionó las conclusiones de la fiscalía, afirmando que no se le hizo un análisis médico y que había estado con ellos recientemente.
Belén, quien fue residente en México por más de un año, trabajaba en Cancún y mantenía un negocio conjunto de bikinis en Playa del Carmen. Según su hermano, tras el descubrimiento y una llamada facilitada por el consulado, Belén se mostró tranquila y en buen estado, a pesar de las difíciles condiciones que afrontó durante las semanas de su desaparición.