Polémica por un bebé nacido mediante subrogación en Argentina
Hace unos meses, en Córdoba, nació un bebé prematuramente, quien tuvo que permanecer en el hospital para recibir atención médica. La mujer que dio a luz explicó a los médicos que no era su madre biológica, ya que había sido contratada para llevar el embarazo por una ciudadana francesa. Al enterarse de las complicaciones prematuras del nacimiento, la mujer francesa decidió no responsabilizarse del bebé ni viajar a Argentina para recogerlo. Ante esta situación, los médicos notificaron a la Secretaría de Niñez de la provincia y el bebé fue puesto al cuidado de una familia temporal mientras se resuelve su situación legal y se decide su posible adopción.
Contexto y repercusiones legales en Argentina
Esta situación ha marcado un precedente en el país, ya que es la primera ocasión en que un niño nacido a través de subrogación es abandonado. Lo que originalmente se vio como un acto altruista, se ha transformado en una actividad que funciona clandestinamente. La Justicia ha comenzado a investigar posibles violaciones de la ley por parte de clínicas de fertilidad, profesionales de la salud y agentes legales involucrados.
Según el fiscal federal de Córdoba, Enrique Senestrari, el caso ilustra un mercado creciente y preocupante de subrogación comercial de vientres y personas, donde el valor humano se reduce a un simple objeto de comercio. Señala que aunque la gestante aceptó llevar el embarazo por razones económicas, su consentimiento no cuenta con validez legal.
La investigación fue transferida a Buenos Aires debido a que la agencia implicada en el contacto entre las dos mujeres está ubicada allí. Además, una abogada relacionada con el caso es parte de una investigación más amplia que evalúa la complicidad de entidades en la comercialización de seres humanos.
El pedido de indagatoria apunta a 17 personas, incluidas las abogadas, y subraya la urgencia de que el Congreso argentino legisle sobre este asunto para proporcionar claridad jurídica donde actualmente no existe.
Argentina no prohíbe explícitamente la subrogación, lo que muchos interpretan como un permiso implícito. Sin embargo, el marco legal argentino prohíbe la comercialización de cuerpos humanos y la explotación de personas, según lo establecido por la Constitución Nacional.
El precedente alemán y sus implicaciones
El caso que impulsó la apertura de la investigación judicial fue un incidente en Alemania en enero de 2024. Allí, una mujer de 58 años solicitó tratamiento en un hospital para su bebé desnutrido, que había nacido en Argentina de una subrogación gestionada por agencias internacionales. Las autoridades alemanas determinaron que la mujer no era apta para el cuidado del bebé, quien fue puesto bajo la custodia de una familia de acogida.
Las indagaciones confirmaron que la madre gestante era una argentina, y que el nacimiento fue registrado de manera oficial en Buenos Aires. El Ministerio de Justicia de Argentina, a través de entrevistas con otras gestantes, puso al descubierto un esquema operativo que involucra la captación de mujeres vulnerables para gestar a cambio de compensación económica.
Prácticas transnacionales y sistema de explotación
El modus operandi expuesto no era un caso aislado, sino parte de un patrón que afecta a nivel nacional e internacional, involucrando a diversas partes necesarias para la ejecución de estos tratamientos. Las empresas extranjeras captaban a mujeres para que gestaran bebés por compensaciones en dólares, aprovechando su vulnerabilidad socioeconómica.
El Ministerio Público Fiscal acusó a un grupo de individuos por operar un negocio transnacional de explotación humana para facilitar gestaciones y la importación de niños como si fueran mercancías. Las investigaciones revelaron que agencias involucradas hacían uso de “turismo reproductivo” para satisfacer la demanda de parejas extranjeras con pocos vínculos con Argentina.
En Buenos Aires, desde 2018 se registraron 149 nacimientos por subrogación, de los cuales el 40% corresponden a parejas extranjeras. Este fenómeno ha generado preocupaciones sobre el uso de Argentina como un destino de turismo reproductivo. Pese a la existencia de proyectos de ley destinados a regular esta práctica, no se ha avanzado en su tratamiento legislativo.
Se advierte que con la llegada de intermediarios en este ámbito, la subrogación por gestación se ha alejado de su propósito original altruista y se ha convertido en un negocio lucrativo.